En la frontera de esta gris realidad y mis sueños, ahi encontraras mi reino.

viernes, 16 de mayo de 2008

Nadie

Es cierto que para mi ya no hay un pedazo de cielo, ni una nube siquiera, ni un pedazo de tierra ahí abajo.... ni un corazón repitiendo mi nombre, ¿por qué e de seguir vagando sabiendo que mis labios jamás encontraran los tuyos?
-Nadie te esta esperando, puedes ya parar de buscar-
Si de pronto de mi no quedara mas que un recuerdo borroso, una sensación agridulce en los labios, un suspiro muerto en la garganta...¿me recordarías?
Si me perdiera en la neblina del ocaso ¿me extrañarías? ¿o te seria mas fácil olvidar lo que yo me esfuerzo en recordar? Aunque la lejanía palpitara en cada rincón de este corazón remendado ¿me esperarías?
Si ya nada puede cambiar, ¿podría tu sonrisa borrar estas lagrimas? si vale la pena intentar... ¿puedo seguir gritando tu nombre por siempre?

[ Hay veces en las que hasta yo necesito un abrazo, un te extraño, un te necesito....]

sábado, 10 de mayo de 2008

Frio

Hace tiempo que no me pasaba por este lugar, y creo que ahora es el momento indicado, últimamente ando mas “yo” de lo normal, y no se si eso es bueno o malo, pero como consecuencia me tendrán por acá mas seguido de lo normal

Tengo frío, no hay novedad, yo siempre tengo frío. No es algo que me moleste al contrario me e acostumbrado a esta sensación, nunca e tenido donde buscar algo de calidez , puedo vivir con frío, así e vivido hasta ahora ¿no?

No hay nada mas melancólico que la mañana helada y solitaria, tal vez tomando un café solo/a en el aeropuerto o en una “ESO” en medio del desierto. Siempre soñé ver amanecer junto a alguien, y no sola como de costumbre, es raro ver una ciudad dormida y silenciosa, una satisfacción otorgada solo a quienes madrugan o han cometido errores demasiado pesados como para poder dormir

La noche otorga beneficios demasiado efímeros como para acostumbrarse a estos, un ejemplo son los sueños, de noche es como si todo fuese posible, pero despiertas, estés durmiendo o no, y te encuentras con un mundo ajeno y contradictorio, a menos que despiertes al amanecer, ahí te pueden entrar unas ganas irremediables de llorar