Odio tu ausencia y estar aquí en presencia de esta, y a veces se me olvida que no estas y sonrío como antes, en ese entonces hasta el cielo era mas azul, no como ahora.
Simplemente era y éramos
Pero no somos nosotros los que se esconden en las sombras, son otros, ni yo ni tu.
Y el odio sigue ahí, el odio de ser, la carencia de pluralidad en nuestros nombres.
Y el cielo sigue ahí, azul para casi todos, quizás para mi no, quizás para ti no, pero lo es y se ríe
miércoles, 15 de julio de 2009
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